sábado, 26 de septiembre de 2009

VIDA, FUNCIÓN Y ESTÉTICA

“¿Qué hacemos primero? Vida- función-estética.” Paramédicos

Estos puntos tan simples que dicen los paramédicos al llegar a la escena de la urgencia médica son los pasos que deben de seguir al encontrar a una persona gravemente herida, en alguna circunstancia de peligro o incrustado en algún lugar. Explicarlo parece sencillo, pero al tener presente una situación en la que cada segundo es crítico es inmensamente complejo.

Empiezan preocupándose con la vida del sujeto, no importa nada mas, pues al perderla, se pierde todo. La función va en concepto a lo que será cuidar algún órgano de vital importancia para vivir después de salvarse, pues puede traer alteraciones al organismo posterior al incidente. La estética es lo último que les interesa salvar, se preocupan por haber cuidado exitosamente las anteriores previamente. Tratar de no dejar cicatrices o marcas en el cuerpo que recuerden el mismo suceso. Todo esto lo deben de resolver en cuestión de minutos y algunas veces en segundos.

Lo que no logro a veces comprender es ¿por qué nosotros alteramos el sentido de esta secuencia cuando tenemos mucho más tiempo para hacerlo sin presión? Muchas veces nos ofuscamos más por ir en contra de esta corriente que terminamos perdiendo la vida con una perfecta estética y función un tanto deficiente.

Traten de encontrar el sentido a lo que les comento, las personas de la época moderna en que nos encontramos, viven solo para tener u obtener una buena estética (verse bien) en lugar de tener una buena salud para vivir mejor. La mercadotecnia nos ha hecho partícipes de un mundo en el que lo primordial es verse bien, luego curar lo que afectamos funcionalmente en nuestro cuerpo a causa de vernos bien y al final intentar sobrevivir a todas sus consecuencias.

Esto es una situación que he visto hasta en mi propia familia. Hay personas que hacen lo posible por quitarse kilos de más, modificarse sus facciones, aumentar su tono muscular, reducir grasa, entre otras. Todo por la ley del menor esfuerzo y en el tiempo mínimo. Creando con esto una cascada de disfuncionalidad orgánica en el cuerpo más severa de lo que esperan, todo por verse “bien”. Lo más grave es que posterior a esto se preocupan por los efectos que tuvieron la dieta extrema, el ejercicio intenso, incluso la misma cirugía.

No hay que culparnos de todo lo que pasa en torno a esto, pues solo es poca nuestra culpa, más es de lo que será de la misma cultura que ha cambiado hasta llegar al punto de venta al por mayor. Los que venden las dietas, introducen rutinas intensas de ejercicio y operan (en muchos casos), solo hacen que los resultados sean rápidos. Cuando esto ocurre y sin el menor esfuerzo es muy poco probable que sean eficaces. Crean así un círculo vicioso sin que nosotros mismos nos demos cuenta: baja rápido de peso con una dieta, compra medicamentos pues dañaste una parte de tu cuerpo, llega a cirugía porque te pusiste grave, vuelve a una dieta rigurosa, etc. Y todo esto por un simple intento de poder sentirse como ha hecho la mercadotecnia que es lo “mejor”.

Esto lo saben muchas personas y no es difícil jugar con lo mismo. El simple conocimiento de más que tenga alguna persona sirve para jugar con la ignorancia de las demás. Saber un poco más que los demás sirve para poder jugar con su desconocimiento. Solo hace falta abrir los ojos para darse cuenta que un experto no es el que sabe más que el otro, sino el que conoce hasta el más mínimo rincón del tema.

Escucha a las personas que te lleven a querer mejorar tu estética teniendo en cuenta su capacidad y conocimiento del tema. Si no es así, nada cuesta aprender un poco del tema con tantas fuentes que se nos ofrecen de información. Nosotros sí contamos con todo el tiempo necesario para indagar del tema, no tenemos que solucionarlo todo en un momento como sería en una urgencia de paramédicos. Aprovecha este tiempo que se te da para al ofrecerte algo que mejore tu estética, primero revisar cuánto afecta a tu vida y función, para poder enriquecerse y tomar la decisión correcta.

No dejes que jueguen contigo, tienes una vida por delante y funciones que proteger en tu cuerpo. Luego te puedes preocupar por tu estética. Hay maneras muy saludables de llegar a lo que se quiere sin tener que recurrir a métodos tan agresivos para tu salud. Sólo hay que ver las posibilidades que se nos ofrecen, determinar cuál es la mejor y seguirla al pie de la letra. Tienes tiempo para seguir estos pasos (no es una urgencia) sin tener que saltarte los pasos que darán lo mejor a tu remedio. No dependes de segundos para salvar tu vida, tienes días, meses y años para poder retenerla. Con esto tienes el mismo decurso para mejorar tu calología
sin repercusiones.

Algún ejemplo que se me ocurre será el de bajar de peso. No se requieren dietas de polvos que te reducirán 5 kilogramos en una semana ni de entrenamientos rigurosos de 6 horas al día. Simplemente tienes que balancear tu alimentación y hacer ejercicio moderado, para obtener mejores resultados en un poco más de tiempo del que te ofrecieron aquellos a los que nada les interesa tu salud, sino solo llegar a lo que tú les pediste desesperadamente al recurrir a ellos.

Es algo que pasa en el mundo de hoy y créanme, es real. Muchas personas han empeorado su salud por buscar salidas de este tipo y algunas hasta han muerto. Busquen la mejor manera de vivir sin alterar el curso natural que va en una excelencia de vida que le siguen una función equilibrada del organismo y una estética dada consecuente con las posteriores.

Se tu propio paramédico buscando tener una vida, después cuidar tu funcionalidad y por último tu estética.

Alex Arriaga

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